Si quieres mantener tu testosterona en orden, esto es lo que tienes que comer. Señoras, también va por ustedes.

En los hombres, tener unos niveles saludables de la hormona testosterona significa tener menos grasa, más músculo, huesos más fuerte, mejor sexo, mejores habilidades cognitivas y en general, ganas de vivir. La falta de testosterona hace que tu calidad de vida empeore en todos esos aspectos. Aunque te sorprenda, en las mujeres también ocurre. Aunque la testosterona está presente en mucha menor cantidad en el cuerpo femenino, esta hormona es necesaria para todo el mundo.

Sin embargo, la testosterona no es fácil de conservar. Estos son algunos de sus enemigos naturales:

  • Dietas que restringen severamente las calorías
  • El humo del tabaco, sea como fumador activo o pasivo
  • El alcohol
  • La contaminación ambiental, especialmente de metales pesados

Seguramente el ejercicio sea la forma más efectiva de obligar a tu cuerpo a mantener niveles altos de testosterona, pero si no dispones de los ingredientes para fabricarla, estarás en un riesgo aún mayor. La dieta es la primera solución para la testosterona baja, y estos son los alimentos que te ayudarán:

Ajo

ajo

Varios estudios han encontrado que el consumo habitual de ajo es horrible para tu vida social, pero un regalo para tu testosterona, gracias a un compuesto llamado dialil disulfuro. El ajo además hace descender los niveles de cortisol, la hormona del estrés y otra enemiga de la testosterona. Si quieres que la gente hable contigo, puedes tomar polvo de ajo en comprimidos.

Zinc +  magnesio = ZMA

frutos secos

El ZMA es uno de los suplementos más conocidos en el mundo del deporte, y es una combinación de zinc, magnesio y vitamina B6, que facilita la absorción de los dos minerales. El problema con el zinc y el magnesio es que mucha gente no obtiene suficiente de su dieta, y ambos son imprescindibles para el funcionamiento de tu organismo. En concreto, son ingredientes básicos para mantener tu testosterona.

El magnesio preserva los niveles de testosterona evitando que se desactive por la globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG). Por su parte el zinc hace aumentar los niveles de la hormona luteinizante, que a su vez incrementa la producción de testosterona, y por otro lado es un inhibidor de la aromatasa, la enzima que hace que perdamos testosterona transformándola en estrógenos.

Si quieres conseguir más magnesio de tu dieta, tendrás que comer más verduras de hoja verde oscura, como espinacas, brócoli, kale o acelgas, más pescado azul, frutos secos y semillas. El zinc lo encontrarás en el marisco, especialmente en los bivalvos como mejillones, almejas, berberechos y ostras. Los lácteos, las legumbres, el pollo y el cerdo, además de lis frutos secos y semillas, son buenas fuentes de zinc.

Vitamina K

pate de foie

Esta es la vitamina menos conocida y más olvidada en la dieta, y es fácil que te falte. Entre otras cosas, la vitamina K es esencial para la síntesis de testosterona en tu cuerpo. La vitamina K se acumula en tu organismo, y harás bien en mantener el depósito lleno. Además de encontrarla como suplemento, puedes asegurarte de que está presente en tu dieta comiendo huevos con su yema, queso, hígado, riñones y otros órganos de animales (pâté de foie gras, por ejemplo), huevas de pescado y alimentos fermentados como chucrut, kimchi o miso.