Todos envejecemos, pero tampoco hace falta acelerar el proceso. Así puedes estar más joven de lo que eres.

Ahora que parece que nos vamos a quedar sin pensión y quizá tengamos que trabajar hasta los 80, lo mejor que podemos hacer es llegar lo más sanos posible. En todo el mundo los científicos investigan la forma de prolongar la vida, y hasta ahora hay tres posibles soluciones:

  • Antioxidación: los famosos radicales libres atacan a las células y las hacen morir antes de tiempo. Menos oxidación, más años de vida, aunque solo sean un 15% más.
  • Ingeniería genética: nuestras células están programadas para morir. Si conseguimos desactivar esas instrucciones en el ADN, podriamos vivir para siempre. No es una quimera, existe en la naturaleza. Las células cancerosas no tienen esas instrucciones y son inmortales.
  • Transhumanismo: en lugar de arreglar el cuerpo, olvidémonos de él. Se está estudiando cómo traspasar nuestra conciencia a un ordenador donde podríamos vivir para siempre en una perfecta simulación de la existencia. Calculan que quedan unos 100 años para conseguirlo.

A no ser que tengamos el dinero y recursos del malo de James Bond, la única de esas vías que está en nuestras manos es la primera: no oxidarnos. La principal forma de oxidación es el estrés oxidativo. De nuevo el estrés.

De momento no podemos detener el envejecimiento, pero sí retrasarlo. La mitad de la receta es el ejercicio. La otra mitad, la dieta. No hace falta tomar suplementos si sigues estas recomendaciones:

  1. No engordes: el sobrepeso es la causa directa de muchas de las enfermedades en la edad avanzada, y por supuesto, de la muerte prematura. No se trata de hacer horribles dietas yo-yo, sino de mantener el mismo peso y composición.
  2. Adiós al azúcar: comer azúcar es como echar gasolina a un fuego. El azúcar se convierte directamente en michelines, y está por todas partes. Lo mismo ocurre con las harinas y la mayor parte de la comida blanca.
  3. Come más plantas verdes: cuando eliminas el azúcar de tu dieta necesitas obtener tus calorías de otros lados. Aficiónate a todo lo que sea verde, y también a las legumbres.
  4. Más grasa saludable: hace tiempo que el mito de que la grasa es dañina se tambalea. Se ha podido observar que quienes eliminan totalmente los azúcares y almidones de su dieta, y sustituyen esas calorías por grasa saludable, especialmente de frutos secos, pescado, aguacates, aceite de oliva y carne roja criada con pasto, ven mejorar su salud. Así de fácil.
  5. Muévete todos los días: solo 30 minutos de caminata pueden hacer milagros. Si no te animas a ir al gimnasio, haz ejercicio en casa o en el parque. Corre, juega al tenis, pega patadas a un balón, sube escaleras o baila tango. Tu cuerpo no está hecho para estar sentado.
  6. Duerme: en un experimento con estudiantes de 20 años, después de dos semanas sin dormir, sus niveles hormonales eran los mismo que los de ancianos de 60. Tu cuerpo se desgasta cada día, y se reconstruye durante la noche. El estrés lo desgasta más de lo normal, y encima no te deja dormir, impidiendo la regeneración. Es una combinación perfecta para llevarte antes a la tumba.
  7. Casi sin alcohol: hay estudios que relacionan el consumo moderado de vino con una vida más larga. No quiere decir que una cosa cause la otra, pero tampoco parece interferir. Por el contrario el consumo elevado es un billete para un viaje express en una caja de madera.
  8. Tabaco: ¿hace falta decirlo? Nada. Cero. Nunca.