Es verano y por fin tienes tiempo para ver a tus amigos o conocer gente nueva. Cierra esa cita en dos simples pasos con un truco mental: manejar expectativas.

Quedar con los amigos, hacer planes con tu pareja, o tener una cita con esa persona que te gusta y acabas de conocer debería ser fácil, pero en lugar de eso tendemos a dar vueltas. Todos hemos sufrido esa conversación de besugos:

– Tenemos que quedar para cenar

– Claro, la semana que viene estoy libre, ¿qué día te viene bien?

– Pues podríamos quedar el martes

– El martes no puedo, ¿dónde te apetece comer?

– Donde tú quieras, ¿un chino?

– Prefiero no comer arroz. ¿Un argentino?

– El jueves hay descuentos en un argentino que conozco

– El jueves no puedo, ¿ y si hablamos mejor el lunes?

Si te despides sin una cita concreta, puedes despedirte. Para poner fin a esta locura hay un método: haz una propuesta concreta y deja que acepten, o te respondan con una contraoferta:

– ¿Te apetece comer en el argentino del centro el martes a las 2?

– El martes no puedo, pero el miércoles estoy libre

– Perfecto, el miércoles te espero en la puerta a las 2

¡Apúntalo en tu agenda! El mecanismo por el que este sistema funciona es el mismo que nos ayuda a ir al gimnasio, hacer la compra o terminar el trabajo: tenemos expectativas claras de lo que va a suceder, y la parte de nuestro cerebro que se ocupa de predecir el futuro puede descansar. De este modo nos sentimos mucho más relajados y conseguimos aprovechar mejor nuestro tiempo, también en vacaciones. ¡Planifica la juerga!